BARRANQUILLA

Con el tren turístico, Barranquilla está decidida a integrar de forma activa la Ciénaga de Mallorquín como un valioso patrimonio ecológico a través de un plan de recuperación integral y ambiental que está en marcha.  

Es por ello que la administración distrital adjudicó la licitación pública para la adquisición del vehículo ferroviario para el funcionamiento del tren turístico de la ciénaga de Mallorquín, con el objetivo de conectar Bocas de Ceniza a la ciudad, en búsqueda de la reactivación y potencialización de este patrimonio histórico, ambiental y turístico. 

La licitación pública fue adjudicada al Consorcio Tren Mallorquín, conformado por las empresas BROKA Construcciones e Interventorías SAS, B&C SA, Cotes & Cotes SAS, y Santiago Ramírez y Cía. LTDA., siguiendo los principios de transparencia, selección objetiva, y criterios establecidos en el proceso.

La propuesta presentada por el Consorcio Tren Mallorquín contempla una inversión de $16.444.965.620, que incluye la entrega de dos vehículos ferroviarios eléctricos que le apuesten a la sostenibilidad ambiental y a la construcción de Biodiverciudad, brindando a los ciudadanos un sistema de transporte turístico rápido y asequible. 

Tal como lo expresó la secretaria General del Distrito, María Mónica Hernández, “el tren permitirá la recuperación de un tesoro de ciudad, que además mejorará la conectividad e infraestructura de este sector que impulsará el turismo sostenible en Barranquilla, el cual contempla un recorrido”

La fase inicial del proyecto contempla un recorrido directo de 2.5 kilómetros entre las estaciones del barrio Las Flores y la playa de Puerto Mocho, que abarcan una buena parte de la Ciénaga de Mallorquín. 

Actualmente, estas se conectan por un carreteable y se contempla, en una siguiente fase, conectar con Bocas de Ceniza. 

Cada tren tiene proyectada una capacidad de 65 personas sentadas con una duración de viaje de 6 minutos por trayecto a una velocidad entre 25 y 30 kilómetros por hora.

Se considera, además, un promedio de 4 minutos aproximado en cada estación para el ascenso y descenso de pasajeros durante los períodos de alta demanda. Esto es un tiempo total de ciclo de 20 minutos, lo que permite que un mismo vehículo pueda realizar 3 recorridos en una hora. 

Teniendo en cuenta la ubicación y envergadura del proyecto, se propone un vehículo ferroviario eléctrico y abierto, con autopropulsión, lo que permitirá generar un impacto positivo para el medio ambiente y contribuir a la Biodiverciudad.  

El tren turístico prenderá sus motores en el 2023, ya que iniciará su proceso de fabricación a la medida, de acuerdo al diseño y los requerimientos técnicos exigidos. 

La operación contempla el diseño del funcionamiento del sistema de transporte sobre rieles de lunes a domingo, durante todo el día.

El Consorcio Tren Mallorquín está conformado por las empresas B&C SA, con el 33% de participación; Santiago Ramírez y Cía. LTDA., con el 34% de participación; Cotes & Cotes SAS, con un porcentaje de participación de 28%, y BROKA Construcciones e Interventoría SAS, con un porcentaje de participación del 5%. 

El consorcio acreditó experiencia en ensamble y fabricación de trenes para proyectos de gran envergadura internacional, como la fabricación de vehículos en el marco de la rehabilitación de las vías férreas en Ecuador. 

Entretanto, a nivel nacional trabajaron en el corredor férreo de la Dorada (Caldas) – Chiriguaná (Cesar), y la red férrea del Pacífico colombiano.

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