Dedican su vida en asistir a los animales que necesitan ayuda médica, los recuperan y luego los ponen en adopción para que sean acogidos por una familia que les brinde condiciones óptimas.
Las mascotas se han convertido en miembros esenciales para la familia. No obstante, los casos de maltrato animal en Barranquilla van en aumento.
Según el grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía Metropolitana de Barranquilla, este año se han atendido 297 casos de maltrato animal a través de llamadas telefónicas.
Ante este problema, muchas personas han puesto su corazón para crear cientos de fundaciones y refugios para animales en condición de calle.
Lo anterior, es el caso de un grupo de mujeres en Barranquilla que dedican su vida en asistir a los animales que necesitan ayuda médica, los recuperan y luego los ponen en adopción para que sean acogidos por una familia que les brinde condiciones óptimas.
Una verdadera muestra de amor
Darle afecto a un animal es una acción ejecutada por muchos, pero tener iniciativas para rescatar a los que están abandonados solo lo hacen personas con vocación y amor por cambiarle el mundo a estos animales.
Maribel Sanmiguel Cadavid, de 61 años, ha dedicado parte de su vida en ayudar a los animales que se encuentran en las calles a través de su fundación Animal Sanmiguel, ubicada en la carrera 67 con calle 76.
Esta heroína es ingeniera de sistemas pensionada, y aprovechó su experiencia administrativa para crear un proyecto de vida que propendiera por el bienestar animal.
“Fui jefe de sistemas en muchas de las grandes empresas de esta ciudad, lo que me permitió tener unas bases muy sólidas en la parte administrativa que las he utilizado muy bien para tratar de hacer una fundación auto sostenible”, contó Maribel.
La historia de esta mujer inicia con la tragedia en el sur del Atlántico en 2010, cuando los municipios de Campo de La Cruz y Santa Lucía sufrieron una inundación, situación que la llevó a solidarizarse con las personas afectadas en la calamidad.
Pero al momento de llegar a los municipios mencionados se dio cuenta que había muchos animales a los que “nadie les estaba prestando atención”.
“Junto a una compañera creamos una campaña a través de Facebook y tratamos de sensibilizar a muchas personas para que donaran alimentos y medicinas para los animales. En las siguientes semanas, estuvimos bajando animales de los techos con el asocio de una fundación en Bogotá y logramos rescatar a muchos de ellos, de los cuales hay muchas historias, unas bonitas y otras no tanto”, relató.
Fue justo en ese momento cuando notó que en la ciudad de Barranquilla no había fundaciones que se preocuparan por este tipo de situaciones.
“Decidí crear la fundación Sanmiguel que presta servicios veterinarios a bajo costo con énfasis en esterilizaciones, lo cual me permite subsidiar a los animales de familias de bajos recursos. En muchas ocasiones con el 100 por ciento de los costos y en otras con menos, pero siempre beneficiando los animales desamparados”, agregó.
De esta manera, la rescatista de animales busca recuperar el estado de salud de los caninos para luego donarlos en hogares amorosos que “les brinden seguridad por el resto de su vida”.
Todo animal rescatado es una señal de esperanza para el mundo
El compromiso de varias personas con los animales es “sagrado” que vinculan sus profesiones para materializar el sueño de los que no tienen hogar.
Un grupo de mujeres de la ciudad entre las edades de 25 a 40 años decidieron unirse para crear hogares de paso a través de la fundación Adopta una mascota.
Se trata de Daniela Quintero, Carolina Monsalvo, Daniela Vélez y María Tereza Nieto, quienes han cumplido el sueño de muchos animales buscándoles una familia que les ofrezca una mejor calidad de vida.
Esta fundación nació en 2014 cuando Daniela se encontró con una gata llamada ‘Abril’ que se encontraba refugiada en un colegio para dar a luz una camada de cuatro gaticos.
Ante esto, la joven de 25 años creó la cuenta de Instagram @adoptaunamascota_ con el fin de buscarles hogar a los 4 pequeños.
“Adopta se consolida en el momento en que otra chica, Daniela Vélez, diseña la identidad que hoy representa la agrupación, además de cada una de sus piezas gráficas, quien también tenía intereses similares y estaba en búsqueda de hogar para 10 cachorros, por otro lado se involucró también en el grupo, María Tereza Nieto, animalista independiente, quien conocía más a fondo los requisitos para una adopción responsable, ya que venía trabajando un año atrás en esta labor”, explicaron las fundadoras de Adopta una mascota.
Animales rescatados por la fundación Adopta una mascota.Foto: @adoptaunamascota_
Cada animal tiene una historia
En las calles deambula una diversidad de animales, muchos de ellos en condiciones desfavorables que gritan a viva voz “¡Sálvenme!”.
Lo anterior, es comprobado por Paula Roldán, quien a sus 21 años de edad creó la fundación Refugio Valentina Gonzales Medina junto a siete compañeras y se han tropezado con muchos animales domésticos en abandono.
“Hemos rescatado animales en estado de embarazo y gestación, golpeados e incluso con bolsas en la cabeza, otros los hemos encontrado en estado de desnutrición y comiendo desechos en las basuras”, señaló la joven.
Esta problemática fue el motor que impulsó a Karen Medina, Ana Isabel Torres, Amalia Hernández, Alexandra Salgado, Amira Alarcón, Neslhy Felfe y Socorro Ali para unirse con Paula y darles una mejor vida a los animales de calle.
Las jóvenes decidieron alquilar un lote situado en el barrio Miramar, un espacio que está en proceso de adecuación para albergar a los caninos y brindarles asistencia médica, momentos de recreación y descanso.
“Tenemos bajo nuestro cuidado 30 perros y 15 gatos los cuales reciben su alimentación diaria y cuidados. Asimismo, les ofrecemos tratamientos a los que se encuentran enfermos. Los animalitos tienen madrinas y padrinos que ayudan a que esto sea posible”, agregó Paula Roldán.
Paula, relató cómo es el proceso de rescate de un animal doméstico de calle, en el cual se tiene como premisa «demostrarle al canino que lo quieren ayudar y no hacerle daño».
“Esto lo logramos presentándonos ante ellos, los animales entienden que nosotros tenemos un lenguaje diferente pero no difícil, al momento que ya nos conoce le damos comida para luego proceder a tocarlos y ganar su confianza. Posteriormente, lo cargamos en un guacal para mascotas”, explicó la joven.
Una vez rescatado el animal, este entrará en una fase de asistencia médica para analizar su estado de salud y qué vacunas necesita.
Paula Roldán. Foto: Suministrada
Todas estas fundaciones, tienen requisitos básicos para la persona que desea adoptarlos como: observar que la persona tenga los recursos necesarios para atenderlo, mostrar que realmente desea el animal, entre otros.
Asimismo, los adoptantes deberán pasar una entrevista en la que se toma atenta nota del futuro del animal.
El compromiso de estas mujeres ha cambiado expresiones de lágrimas por sonrisas, gracias a su intención de ver a los animales como parte de la familia y ser tratados con respeto y amor.
Gato posando en las instalaciones de la fundación Animal Sanmiguel.Foto: Cristian Mercado